Quiérete todos los días.

domingo, 30 de octubre de 2011

No deja de ser vida, tiempo y latidos intercambiados.

Estoy en un mundo donde sólo yo tengo células espejo.  Paseamos por las calles donde se han colgado cartelitos para recordarlas y sólo yo quiero atravesarlas de la mano de alguien. En el escaparate, helado de chocolate. No me detengo porque no quiero perder la tradición de dos cucharillas en una tarrina. Estoy jugando a mi propio juego, a encontrar los valores por las calles. La fuerza escrita en los motores con poco combustible y en las suelas desgastadas de pies caminantes. Busco una especie de felicidad contenida que se vislumbra con los pequeños detalles porque con lo evidente se aburre. La amabilidad en el peatón que le pides que te sostenga el bolso para abrocharte el cordón de los zapatos. Camino sobre una cuerda floja que me mantiene en pie por una botella de agua impregnada en mi piel y onzas de chocolate negro. Tienes que leer entre líneas porque mi cabeza se ha quedado en el piso que ya no me atrevo a pisar. ¿que por qué paseo?, porque si estuviese quieto, el tiempo seguiría corriendo, y el paseo se ha convertido en la musa de mi escritura.
Estoy aprendiendo a caminar conmigo. Ahora ha llegado el olor del frío y no me encoge los hombros ni me hiela el cabello. Es una sensación que me acompañaba desde hacía tiempo. Voy fijándome en las almas, no en los rostros. Un abrazo que pueda ser eterno.
Bajo mi edredón dos corazones. He cambiado un corazón por otro edredón. Tu número en mi guía, aparece sin tu nombre. Tu marco en mi galería, sin foto aparente. Está vacío y no sé con qué rellenarlo, como si nada encajase.
Como un mar en donde las olas no llegan a morirse...

Aún tengo que estabilizarme pisando charcos e intentando no hundirme. Todo es concentrarse, todo es ¿dejar de quererte? ,  puede que pise el charco empapándome los pantalones y con los pies descalzos, con pasos firmes y arrastrando la marea por la vertiente.  Puede.. cuando me levante de la cama porque un rayo de luz se ha colado por mi ventana y ha querido convencerme de que se puede.

...Voy a continuar el paseo, si tengo suerte, una de las almas será la mía...
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jueves, 6 de octubre de 2011

Count on you

Eres quien me hace sentir la tierra sobre mis pies al volar cuando el vértigo está en mis pulmones. Me haces desear pasearme por los aeropuertos y mirar los paneles con destinos singulares, sin dejar de preguntarme cuándo, cuándo, cuándo...
Puedes contar conmigo para esta vida. Y pensaré que eres tú quien comenzó a abrazar y quien contagió al mundo de amor, de sensibilidad. Vagando por calles parando a transeúntes preguntándoles por qué no besan a sus mujeres, por qué tardan tanto en comprar las flores de ése quiosco. Por qué sólo caminan en direcciones que no les lleva a la persona que les hace sonreir con un "¡ Hola cariño !" . ¿Hace cuánto llamó a su esposa? , esta mañana lo hice, ¿por qué? , Coja el teléfono y vuélvala a llamar, escuchar su voz es un regalo, y usted aún no ha recibido ninguno hoy, permítaselo.
Cortaré esa margarita del césped y la dejaré junto a la mujer que lee en el banco frente a la fuente. Sacar sonrisas puede ser tan fácil, y ¿por qué no?. Se supone que, ¿debemos sentir amor por una persona para tener detalles, o simplemente conocerla? el calor de tenerla tan cerca, con eso basta. ¿Cuántas personas caminan por las calles sin sonreir? Cientas. Asusta ponerse a contar caras largas, y lo gratificante que es sonreir y que te sonrían, continuar el camino fijándonos en los detalles, distinguido el hombre que pasea tarareando o el niño con su batido de chocolate. Suena dulce la vida.
No busco un final en mi andadura, quiero darme la vuelta, encontrarte e invitarte a un café. Las personas somos más felices en una terraza con una taza entre las manos.
Pero ven, tú también serás un poco más feliz, porque los abrazos hoy, los he inventado yo.
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miércoles, 5 de octubre de 2011

Nightmares

Te creí.
Cuando me hiciste soñar con cielos oscuros iluminados por faros lejanos. Pude verme dentro de un avión en sueños y sintiendo tu respiración en mi hombro contemplar juntos París anochecer, sobrevolando todo lo que un día soñabamos conocer, pero juntos.

Estoy cansada de secarme los ojos con las manos ásperas por el frío que has dejado y las uñas despintadas. Mi vida ahora la vive otra persona diferente, que sonríe menos, que no disfruta paseando, que se olvida de fijarse en los detalles, que no deja propina ni desea que pasen un buen día a los que me sirven el desayuno. Ahora canto más en el coche por quitarme los nudos de la garganta y respirar.
El invierno se ha anticipado en mis pulmones y en el que bombea. Me da vértigo hablar de él, por si en cualquier momento se para y dejo de respirar.
Doscientos disparos al día son muchos disparos. En mi interior siento un bombardeo de emociones que no consigo neutralizar, y la cabeza me estalla. El cuerpo se desploma ante tal apocalipsis y mi mundo se acaba aquí mismo...
Me olvido de respirar porque hay tantas cosas en las que pensar que el organismo no me aguanta. Me buscas la sonrisa y la encuentras, pero búscala en el interior y encontrarás mi vacío emocional. Cuerdas que se tambalean y se aflojan, las de mi garganta, presionadas por un nudo que impide respirar con normalidad. Casi siempre son las lágrimas las que te recuerdan que sigues vivo y sientes. No todo es gris, el cielo sigue azul, y todos nos levantamos a las 08:15 para ir a trabajar, pero, ¿qué nos queda por dentro? somos almas que viven automáticamente, y sin sentido de vivir. Diría que conservo un alma, no sé si es la mía o prestada pero se encuentra dañada. Desequilibrio emocional circulando por venas y arterias simultáneamente. La idea de no poder volver a los lugares que nada tienen que ver contigo pero un día conociste conmigo me sigue destruyendo. Tus manos reflejadas en otras manos. Cada decepción en mis oídos provocada por tus palabras, no eres consciente de nada. El error es mío, por creer en lo increíble, y no predecir lo predecible.
Sólo tengo miedo al escudo, a subir un nivel de dificultad para la conquista, y dejarme secuestrar por las sábanas. No encontrar salida y sólo precipicios.


Todos los días hay que subir la persiana para ver que se ha hecho de día, que existe otra oportunidad para avanzar y nos animan a vivir. La manera de hacerlo, es cosa nuestra.


*Pensamientos que tirarías a la basura si fuesen papel, y eso hago aqui.
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AMAR Y SER AMADO

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Una imagen, vale más que mil palabras

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