Quiérete todos los días.

martes, 3 de enero de 2012

Alas de mimbre.

Nos vamos a tumbar y vamos a mirar el cielo. Es verano, pero no siento el calor entre mis dedos. Mis piernas desnudas sobre las tuyas. Ése es el único contacto. Y miramos arriba por no mirarnos a la cara, habría tantas cosas por decir...
Empezamos a hablar sobre constelaciones y estrellas perdidas que ya no están, como sentimientos entre nosotros, igual. Si el cielo fuese un espejo sabría exactamente lo que piensas, mientras tus pulsaciones escriben en mi memoria. Nos llega una brisa de aire frío, sin embargo tiemblo más con tus manos heladas...
Señalas a Júpiter y su gran mancha roja, sin embargo él se encuentra a menor distancia de mí de lo que tú estás. Porque no sé cómo has volado tan alto si tus pies siguen en el suelo, por debajo de los míos.
Explícamelo, explícame por qué de repente has desaparecido. Qué billete has comprado para viajar tan lejos. Tus ojos nada pueden esconder, tu alma canta sólo canta sin atender a baladas. Y seguirás llevando tus pantalones blancos y no recordarás absolutamente nada. El césped sigue frío, me atrevo a mirarte, me suena tu cara pero sólo eso. No eres quien fuiste, no tienes siquiera su nombre. Ahora eres grito en el aire de otros pulmones, de otros labios. Te conquistó con su rima y sus algodones, el aire que a mi me falta hoy. Nunca es suficiente, demasiado desafío. No te atreves a desviar tu mirada del falso espejo. Te da miedo afrontar la vida que tenías delante y de un portazo has cerrado sin atender a razones o tal vez atendiste demasiado que pasaste la línea de lo sensible. Contradicciones "tras una de otra" porque tu persona ahora sólo es una y rellenaste el vacío al expulsar a la otra. Respiras sin interrupciones y aunque antes te costaba visitar tu almohada por el miedo, se acabó todo el drama, ahora lo oyes y no temes nada.
Tu olor es otro, los grandes cambios vienen con los dolores, y creo, que has vivido uno demasiado grande.
Te levantas y ni tu peso se ve sobre el césped, no has estado aquí, nunca lo estuviste. Fuiste espejismo del alma, del corazón, de la vida que con tanta pasión viví.

Sentada espero, a que lo más alto deje de ser espejo para poder verte con mis propios ojos, como supe que llegué a hacer.
Read More
AMAR Y SER AMADO

Ads 468x60px

Social Icons

twitterfacebookbayodclaudia@hotmail.com

Una imagen, vale más que mil palabras

Image and video hosting by TinyPic" />

Mi paraiso

Image and video hosting by TinyPic" />

Luces

© AireLoo, AllRightsReserved.

Designed by ScreenWritersArena